#RenacerAPedales | Llegada a Finisterre
¡Por fin! Hubo momentos en los que pensé que no iba a lograrlo, que tendría que abandonar. A lo largo del camino que me llevó desde el Cap de Creus hasta Finsterre me encontré personas maravillosas que me dieron un empujón necesario para seguir, también me encontré con problemas que parecían insalvables: lluvia, viento, frío, puertos de montaña plagados de hielo. Me enfrenté a mi cansancio, a mis miedos, a mis demonios, a mi rodilla izquierda, que se empeñó en dificultarme en camino a base de dolor y pinchazos. Pero ya estaba allí.
Última etapa de #RenacerAPedales
El último día de este reto personal fue más ligero gracias al esfuerzo del día anterior, en el que logré que la última etapa fuera de apenas 60 kilómetros, desde Negreira hasta el objetivo tras el que había pedaleado durante los últimos 19 días -18 etapas, una más de lo previsto debido al parón de Burgos debido a la lluvia-. En estos últimos metros me encontré con niebla y humedad -que no iba nada bien para mi rodilla-, pero la ilusión de llegar a Finisterre podía con todo. Después de tanto sufrimiento y tantas dificultades, ver por fin el faro en los últimos metros de #RenacerAPedales me dio un sentimiento de satisfacción difícil de explicar en palabras. La demostración de que con el suficiente esfuerzo todo se puede superar y que todo se puede conseguir. Todo lo que se necesita es ilusión para llegar hasta el final con tus deseos.