#RenacerAPedales | Etapas 13, 14 y 15
Las condiciones meteorológicas ya habían hecho de las suyas en #RenacerAPedales. El viento y la lluvia me obligaron a parar un día en Burgos, y el hielo y la nieve me puso las cosas muy complicadas en la llegada a León. Y las etapas que venían había que añadirle que comenzaban unos puertos de montaña que prometían destrozarme las piernas. Todo lo que me había encontrado en las etapas anteriores se multiplicaría en escala en lo que estaba por venir.
Etapa 13 de #RenacerAPedales
En la etapa anterior ya me encontré con algo de nieve y de hielo, pero esta vez tuve que modificar el itinerario, ya que en la ruta que tenía prevista me iba a encontrar con varios puertos cerrados. Así que opté por parar en Astorga y dejar las montañas nevadas para el día siguiente, con piernas frescas y horas de luz. Fue una etapa que transcurría por una carretera nacional, con mucho coche y que no daba mucha seguridad. Trate de meterme por un camino precioso de peregrinos que transcurría junto a la carretera, pero el barro y los charcos me obligaron a volver al asfalto.
Etapa 14 de #RenacerAPedales
Una etapa durísima, con frío, hielo y mucha subida que en algún momento me obligó a echar pie a tierra y empujar la bici. Una etapa preciosa, pero que me dejó las piernas machacadas. Me acordé mucho de mi hermano, Valentí, que el año anterior hizo el camino de San Juan y que también lo pasó fatal por la nieve, sin saber si podría llegar al siguiente pueblo. Casi no podía frenar, porque tenía las manos heladas y me quedé casi sin tacto. Mientras subía deseaba que comenzase la bajada, y cuando comencé a descender lo pasé casi peor, por el frío y las placas de hielo.
Etapa 15 de #RenacerAPedales
Con lo destrozada que acabé en la etapa anterior, la compañía de Aitor y Laura. Él rodó conmigo durante toda la etapa, desde Ponferrada a Sarria, mientras que ella -que venía en coche- ¡me llevaba el carrito! Ir con alguien al lado siempre lo hace todo más fácil, pero además añadieron la motivación extra de una sorpresa si llegaba a Sarria. Mucho frío y mucho sube y baja antes de un puerto que convirtió todo el frío que teníamos antes en un calor insoportable. Pero al final conseguimos llegar a la meta ¡donde me esperaba la sorpresa!