Mi gran compañera de retos y aventuras: Nissan NV300
Montaña, bosques, ciudad, desierto, playa… quienes me seguís en redes sociales ya sabéis que soy un culo de mal sentar y que estoy continuamente de aquí para allá. Cuando no es para participar en una carrera es por un rodaje con mi agencia de comunicación Gordon Seen. También conocéis bien a quienes me suelen acompañar, Isma, mi perro #GordonTheDog, el equipo de la agencia, mi hermano, amigos… pero igual no os habéis fijado en otro acompañante que me ha sacado de bastantes apuros: mi furgoneta. Llevo casi un año conduciendo una Nissan NV300 -concretamente una Combi 8-, en mi día a día y como compañera de retos ya forma parte del equipo. Me ha acompañado a retos como Pedals de Tourmalet y dels Ports, o en la Pilgrim Race entre muchas otras carreras.
A los bajitos del mundo, como yo, no os puedo recomendar más esta furgoneta. ¡Vas altísimo! ¡Y no sabéis la seguridad que te da! Y para los altos, que tengo muchos a mi alrededor, también es una opción genial porque es muy amplia, no les quedan las piernas encogidas y pueden viajar cómodamente. Sois muchos los que en redes sociales me habéis preguntado por la furgoneta Nissan a raíz de ver mis fotos, así que he decidido haceros un resumen explicando todo aquello que para mi forma de vida ha marcado la diferencia.
¡Ahí va!
Nissan NV300: una furgoneta que me ha sacado de muchos problemas
Su versatilidad me ha ahorrado bastantes quebraderos de cabeza. Ya sea para llevar las bicis, las cámaras o personas -nunca crees que vas a llenar ocho plazas hasta que las tienes-. Incluso hemos llegado a dormir en la furgoneta alguna aventura loca, tirando un colchón en el maletero… pues a la mañana no tenía un desayuno continental preparado ¡pero no es ni mucho menos un mal hotel! Al contrario, despertarse en un acantilado contemplando el mar y a la vez la montaña, ¡no tiene precio! Estar al pie de un sendero precioso, pillar la bici y salir de ruta por parajes indescriptibles, no te lo dan otras opciones más convencionales. Y por supuesto, el poder compartir aficiones y trabajo en grupo, todos en la misma furgo, con risas, buena música y buena compañía, son momentos que jamás se olvidan y te marcan de por vida. La puerta del maletero se puede abrir verticalmente, lo que es genial porque lo puedes usar a modo de toldo en las escapadas al campo.
Os puedo decir que se trata de una furgoneta diesel que tiene muy buena autonomía y que en ese sentido no os debe asustar. Tampoco para aparcarla, porque incluye sensores y cámaras que, a la hora de maniobrar, os permitirán tener un campo de visión mucho mayor del que parece a simple vista. Y con casi cuatro metros cúbicos de capacidad de carga os permitirá apañároslas en una mudanza (os lo digo yo, que hice una hace unos meses). En las próximas semanas publicaré un vídeo con mi día a día y allí lo podréis ver.
Los acabados interiores hacen que sea muy cómoda tanto para mi trabajo, como para las carreras al igual que para mis aventuras. El ordenador de abordo con GPS y todas las aplicaciones que incorpora, hacen que pueda viajar, trabajar, escuchar mis listas de Spotify… ¡que más se puede pedir!
Un trocito de mi
Lo cierto es que jamás pensé que llegaría a considerar a una furgoneta como parte de mi familia. Pero después de todas las emociones, risas, alegrías y también algún que otro cabreo que he vivido a bordo de ella no puedo evitar verla como un trocito de mi. Ya sabéis que siempre bautizo a mis bicicletas, que siempre son fieles compañeras en todo momento. Y la furgoneta también. Por eso he ponerle nombre, uno de caballo: Spirit.