Etapa 3 | Tordera – Barcelona
Podemos equivocarnos muchas veces en la vida, lo importante es ser consciente de ello, pedir perdón si es necesario y rectificar. Pero sobretodo también ser agradecidos con quien nos dio una segunda oportunidad y saber perdonarnos. Si no nos perdonamos, jamás seremos capaces de ser mejores. Si no lo hacemos nuestra mochila pesará demasiado para arrastrarla todo el viaje.
La noche anterior dormí en casa de mi padre, en nuestra casa natal, la casa que nos vio crecer a mi hermano y a mí. La casa donde murió mi madre y en la que mi padre sigue viviendo. La misma que abandoné dos veces; una de jovencita porque me enfadé con mis padres y me fui a vivir mi vida en el Alt Empordà y otra después de la muerte de mi madre para venirme a vivir a Barcelona para estar cerca de mi hermano, para reencontrarme con él.
Esta etapa se la dedique precisamente a mi hermano Valentí. Por haberme apoyado y aceptado después de que yo tomara la decisión de marcharme de casa para venir a Barcelona. Por haber confiado en mi y por todo lo que los dos juntos hemos pudimos construir. Por lo que nos reímos, por lo que lloramos y por tantos momentos inolvidables que espero que jamás terminen.
También se la dediqué a él por haberme perdonado cuando me fui de jovencita al Alt Empordà, él era un pre-adolescente y le abandoné, me olvidé de él, le dejé solo. Al estar enfadada con mis padres a penas les visitaba y eso le incluía a él. Ni una llamada y muy pocas visitas. Fui una mala hermana en esa época. No lo gestioné bien.
Así que por todo eso que pasamos y por como fuimos capaces de superarlo unidos quise dedicársela a él. Quise dedicárnosla a nosotros.
Salí a las 8:30h, era domingo día 3 de enero, mucha gente todavía seguía de vacaciones de Navidad. El track que habíamos elegido era la carretera N-II, la de la costa, que pasa por todos los pueblos que la bordean hasta llegar a Barcelona. Una carretera muy transitada por ciclistas y un terreno muy conocido para mi, ya que siempre que puedo, aprovecho el recorrido de ir a ver a mi padre para hacerlo en bici para sumar entrenos.
Los primeros km los hice sola, me fuí cruzando muchas grupetas de ciclistas que me animaban! Algunos se paraban a saludar y a dar ánimos.
A la altura de Pineda de Mar tuve una sorpresa muy grande, me estaba esperando Juanjo Benítez Coloma @ColomaJose ! Un crack, un amigo y compañero de batallas, nos hizo asistencia junto a Ester Sin H en la Ion4 Barcelona-San Sebastián a Valentí, Borja , Odei y a mi. Condujo la autocarabana durante 3 días sin a penas dormir y siempre tenía una palabras de ánimos y una sonrisa preparada. Al verlo me emocioné y a partir de ahí se fueron sumando más personas a #RenacerAPedales conmigo.
Lo que me sorprendía era ver a personas, como Juanjo y su amigo al que había liado, que deshacían el recorrido para venir en mi búsqueda. Iban viendo mi posición en Runtastic y se unían. Acababan muchas veces haciendo más km que yo, ya que venían a todo gas para encontrarme cuanto antes y poder animarme.
Esto de que tantas personas dejaran por un momento sus vidas y me regalan esas horas de su tiempo para ayudarme, para estar conmigo, para hacer más llevadero mi camino, me parecía algo brutal!
Se sumaron Alex de Mataró, Daniel, Otro chico de Vidreras que no me pudo venir a ver el día anterior cuando pasé por su casa, y alargó la ruta hasta encontrarme para luego retroceder para volver a casa.
También vino Daniel Conejero @DanielConejero2 (mi amigo el arquero) y muchos otros. A partir de la zona de Mataró se fue sumando gente y a medida que llegábamos a Barcelona más! Una gozada de etapa, una compañía y un buen rollo excepcional. Y quise terminar la etapa 3 delante de las oficinas de Gordon Seen donde no pude abrazar a mi hermano ya que se encontraba fuera de Barcelona, en Marruecos, con su novia Zai, que los pobres hacía años que estaban intentando coincidir para irse una semanita de Vacaciones. Pero para mi fue como si estuviera, le di una abrazo y un beso virtual!
