Debía empezar la etapa 4 de #RenacerAPedales. Había completado las tres etapas más significativas para mi y las que eran imprescindibles para poder emprender este viaje.

La primera que terminé y dediqué  en una «Cala» preciosa en Calella de Palafrugell, la preferida de mi madre y donde a ahora descansa. Así quise empezar este viaje, para llevármela conmigo para que pudiera a través de mis ojos vivir esta aventura.

La segunda, dedicada a mi padre, la persona que me ha enseñado a ser fuerte, a tener coraje y a no rendirme, la terminé Tordera en la casa donde él sigue viviendo y donde viví mi infancia, mi adolescencia y también una fase de mi etapa adulta donde me recuperé de una fuerte depresión.

La tercera, la terminé en Barcelona, la ciudad donde vivo ahora, la ciudad que me ha dado tanto pero que a la vez también me ha quitado tanto. Es una ciudad que se te come a menudo, quedas sumergido en el poder de su hipnotismo y su ritmo frenético y te atrapa. La ciudad donde vine hace ya unos años dejando mi pasado atrás para reunirme con mi hermano, para estar cerca de él. Para poder vivir juntos y unidos. Aquí empezamos una andadura profesional, personal y deportiva juntos. Luego cada uno ha seguido sus necesidades vitales y sus caminos pero el simple hecho de pensar que vivimos en la misma ciudad, para mi es importante. Saber que puedo correr hasta el portal de su casa para darle un abrazo (o un cachete), es muy importante para mí. Así que esta etapa se la dediqué él, mi hermano, y a mí, la hermana. También quise dedicarla a Borja, Ester, Carme, Odei, Adrià, Valentín… mis fieles compañeros de viaje y amigos en mi andadura en la empresa que dirijo @GordonSeen y en mis aventuras deportivas.

Así que como os comentaba al inicio, debía empezar la Etapa 4 (Barcelona- Sta. Coloma de Queralt) y realmente ahora empezaría lo duro, lo más complicado, a partir de ahora cada día estaría más lejos de esa cala, de mi casa, de Barcelona y de los míos. Pero sabía que de alguna manera venían conmigo.

Igualmente sabía que ahora empezaba la aventura de verdad. Hasta ahora me había movido en terreno conocido, en mi entorno, en mi zona de confort. Llevaba unos 200km y me quedaban unos 1300 por delante con frio, lluvia, con todas las nevadas propias del mes de enero, en autosuficiencia, con mi carrito, mis herramientas, mi alimentación, mi ropa, mí cámara para poder grabarlo todo y el ordenador para editar cada uno de los vídeos diarios.

Estaba ilusionada pero a la vez nerviosa, eran cerca de las 8 de la mañana y me disponía a empezar la ruta. Como cada día encendí el track de seguimiento del Runtastic como medida de seguridad y motivación y mi GPS TwoNav Anima, mis ojos y orientación en esta ruta.

Borja me estuvo siguiendo durante todo el día con el coche porqué quería grabarme, porqué sabia lo que me esperaba y porqué sabia que con él cerca me sentía mas protegida. Pero a dos calles de casa ya me estaban esperando dos grandes personas, uno que conocía Daniel  y otro que no, pero que fue un placer conocer.

Es increíble darte cuenta como hay personas tan fantásticas que dejan sus obligaciones diarias para poder venir a vivir conmigo esta experiencia, para apoyarme, para animarme y sumarse a renacer conmigo. Todavía es algo que me sorprende y me emociona. Joder! El mundo está lleno de personas maravillosas que la mayoría de las veces ni sabes ni aprecias que están allí. Nos olvidamos de los esencial. Nos reímos, cantamos, contamos chistes! Vaya par!!!

Fue una etapa muy dura, mi remolque pesaba mucho, unos 25kg. En las tres primeras rutas me había dejado cosas en casa, sabía que pararía en la etapa 3 para recoger todo lo que me faltaba y si, ahora ya llevaba todo para los 15 días que me quedaban por delante. A parte del peso, la ruta venía de subida, subidas potentes, algunas con obras y camiones que te hacían estar muy alerta muy rígida y también vino a visitarme el viento y la lluvia.

Durante la etapa no paró de sumarse gente (Los dos Alex, Toni, Laura…) era precioso ver como me esperaban en putos de la ruto que había publicado y se unían para hacer unos km conmigo.

Finalmente llegué a Igualada, llegué reventada, me quedaban unos cuantos km, pero me sentía agotada. Mis piernas empezaban a notar los km y todavía no se habían acostumbrado a pedalear sin descanso día tras día.

Pero allí mes estaban esperando Joan Lara, una de las personas que me inspiró para hacer este reto, no dejéis de ver el vídeo que os dejo al final del blog, porqué os explico bien esta parte y merece la pena!

También se unió Eva! Un amor de persona y su marido Jordi nos apoyaba también desde la distancia porqué el trabajo le impidió venir.

Entre tanto infinidad de personas no paraban de mandarme ánimos a través de Runtastic y ya os digo que me venían de lujo porqué empecé a sufrir de verdad. El tramo de Igualada a Santa Coloma de Queralt fue complicado, llovía, tenia mucha hambre, y estaba agotada.

Finalmente juntos lo conseguimos y llegamos!! Agotados pero felices y contentos por haber aguantado y haber finalizado la etapa!

Aquí os dejo el vídeo !!!!